miércoles, 24 de marzo de 2010

La prueba definitiva de la cercanía de la extrema derecha con la extrema izquierda

Vean el ideario político de este partido ultraderechista y comprueben lo cerca que está del lenguaje de los comunistas.

Demuestra que los totalitarismos siempre están unidos, la raíz es la misma, siempre a someter al pueblo. Eso sí, cada uno matiza sus cosas.

5 comentarios:

Alms dijo...

Me lo he leído por encima (no me trago ese tostón filofascista entero, menudo coñazo) y he de decir que la diferencia entre la "extrema" (las buenas ideas nunca son extremas) izquierda y la extrema derecha salta a la vista:

El fin principal de esta ultraderecha nacionalista es garantizar la SUPREMACÍA (y digo bien) de los derechos de una nación (en este caso, España) sobre los de las demás (y los hijos de éstas, los inmigrantes). Para ello, y por necesidad, recurren al fortalecimiento del empleo, la ampliación de garantías y derechos sociales y critican el capitalismo desde una óptica "obrerista" poco creíble.

Pero en ningún momento hablan de democracia real (y si lo hacen es pura demagogia), de la contradicción capital-trabajo, de igualdad social, de progreso... y, desde luego, ni se les pasa por la cabeza que los obreros deban ser dueños de los medios de producción. Y esta es la verdadera esencia de la izquierda.

Anónimo dijo...

Para Thorshavn.
Tus argumentos siempren rozan la subnormalidad profunda. Osea que te crees superior a toda la gente que ha votado al PSOE. Pero tu que clase de estúpido, con tanta falta de humildad.
Vaya razonamientos de retrasado que tienes en tu blog tío.
Conozco gente de todas las ideologías políticas, gente respetable, que argumenta,,,
pero la verdad es que no había leido a un subnormal tan profundo como tu en la vida.
Por cierto, per´dóname la vida.
http://laluzdelcigarro.blogspot.com/

Epiro dijo...

Pues señores, guste o no, entre la extrema izquierda y la extrema derecha existen una serie de coincidencias como es el desprecio a los sistemas democráticos occidentales (separación de poderes, total libertad de expresión y la coincidencia de la represión de estos y otros derechos en las distintas dictaduras de izquierda y derecha) Además de un odio visceral hacia EEUU y por Israel en ambos casos, un desprecio por el capitalismo y un fingido aprecio por el obrero (que lamentablemente siempre son las víctimas propicias de estos regímenes) por no hablar de que en ambos casos no existen ni sindicatos ni derechos de huelga o son meras pantomimas su existencia.

Aitor, haces bien en no leerte ese panfleto, es como para volverse loco.

"Mental", supongo que crees que D45 es Thornvan (o como se escriba) y te equivocas. En tal caso, no veo que te expreses con la suficiente educación ni que parezcas muy inclinado a respetar regímenes democráticos con la jeta de castro como símbolo personal.

Saludos.

Alms dijo...

Puedes tener razón en esas coincidencias superficiales, Epiro, pero te olvidas del fondo. Ejemplo: imagina que ambos, tú y yo, odiamos a Obama, pero tú lo odias por "progre" y yo simplemente por ser negro. ¿Habría alguna similitud entre tú y yo? No, sólo coincidiríamos en un enemigo común por distintas razones. Esto es similar.

Mi desprecio hacia los sistemas "democráticos" occidentales viene dado porque no lo son. No lo veo como tú, con esa separación de poderes y esa libertad de expresión sistemáticamente pisoteada, si no mediante cárcel, al menos sí mediante linchamiento mediático. Dudo mucho que la razón de la extrema derecha para odiar este sistema sea la misma que la mía, ya que las aspiraciones de esta derecha son eminentemente nacionalistas. Mis razones son, entre otras, que no existe una participación ciudadana directa sobre los asuntos políticos y/o económicos que nos atañen a todos; que nuestro papel se resume en ir cada cuatro años a votar al "menos malo"; que el Estado actúa en connivencia con la burguesía para mantener un sistema de explotadores y explotados...

El odio a EEUU y a Israel (como países, ojo, no a sus gentes) se entiende cuando se aprecia que son Estados agresores. En el caso del primero, ¿en cuántas guerras se ha visto envuelto a lo largo del siglo XX? ¿Y cuántas han sido sobre suelo estadounidense? El día que Iraq invada EEUU, me pondré de parte de los segundos. El caso de Israel es similar: al finalizar la II Guerra Mundial, los "magnánimos" ingleses liberaron gran parte de sus colonias y las dispusieron a su antojo, convirtiendo lo que hasta entonces había sido el Mandato Británico de Palestina (originalmente, Palestina) en dos Estados, uno legítimo (Palestina, por obvias razones históricas) y uno ilegítimo (Israel). A partir de ahí, unos lucharon para reclamar lo que de derecho era suyo y otros para ocupar los territorios de otro pueblo. La extrema derecha simplemente odia a los judíos y a los norteamericanos (aunque en menor medida).

El desprecio por el capitalismo, en mi caso, es obvio. En el caso de la extrema derecha, no lo es tanto, pues aunque lo incluyan en su discurso, sienten simpatía por las aristocracias y los "grandes" de la nación, a quienes ensalzan casi al nivel de héroes (puro chovinismo, nuevamente).

El fingido aprecio por el obrero... al menos en mi caso no es fingido. No puede serlo de ninguna manera, pues soy obrero. En el caso de la extrema derecha sí, pues dicen librarlo del yugo capitalista para subyugarlo de nuevo al nacionalismo y a sus representantes.

¿Sindicatos? ¿Derecho a huelga? En efecto, el objetivo a largo plazo es hacerlos innecesarios. Ojalá llegue un día en que ya no tengamos que acojernos nunca más al derecho a huelga, pues significará que la clase obrera habrá triunfado.

Martha Colmenares dijo...

Voy a leer!
Abrazos