Visitó a Otegi en prisión la última vez que estuvo entre rejas «como dos amigos» y asegura que le gustaría hacerlo también ahora. Xabier Arzalluz tiene claro el motivo del encarcelamiento de Otegi y sus compañeros: la apuesta del ministro Rubalcaba por las vías policiales. Y también prevé que se volverá en su contra: «Matar al diálogo o al mensajero es la reacción del débil».
Oihana LLORENTE
Tras los encarcelamientos del día 16, GARA decidió pulsar la opinión de quienes visitaron a Arnaldo Otegi en su anterior encarcelamiento. No costó que Xabier Arzalluz se animara a dar su opinión sobre el objetivo de la operación y las coordenadas del momento político. Tiene claro que se quiere parar la iniciativa política de unos «buenos patriotas».
¿Qué cree que se busca con estos nuevos encarcelamientos y qué efecto prevé?
A estas horas esta claro que lo que Pérez Rubalcaba pretende -y hablo de Rubalcaba y no de Garzón- es desarmar, detener la actividad de Arnaldo Otegi y de los que detuvieron con él, y de otros que estaban más o menos en el mismo pensamiento. Yo creo que era indudablemente un grupo muy numeroso de gente dentro de la izquierda abertzale que pretendía dar un paso más adelante en superar la violencia y potenciar la política. Y eso es lo que no le interesaba al señor Pérez Rubalcaba, que pasó hace ya tiempo desde la idea de una solución negociada, que el PSOE practicó durante mucho tiempo, a la idea de terminar simplemente por caminos policiales y de represión. No quería negociar porque quería reprimir, y esto hace que Pérez Rubalcaba se parezca más a Mayor Oreja que a ninguno de los ministros de Interior del PSOE.
Algunos medios han justificado este encarcelamiento argumentando que Otegi no actúa como Gerry Adams respecto al IRA. ¿Qué opina de este argumento, a la luz de los documentos de Batasuna que se van conociendo?
Yo no conozco estos documentos y estoy deseando conocerlos. Sobre todo lo que me dicen de un escrito que está pasando de mano en mano en las bases de la izquierda abertzale, para ir conociendo la opinión de esas bases y sacar conclusiones. Yo no lo conozco y, en principio, estoy interesado en ver si es como Gerry Adams o no. Creo que aquí tenemos una situación propia, y aunque otras situaciones pueden servir en algunos momentos como referencia para cotejar con las opiniones de aquí, creo que son procesos diferentes. La estructura del Sinn Féin, por ejemplo, es muy diferente a la de la izquierda abertzale. Yo pienso que Otegi estaba trabajando desde nuestras bases de nuestra realidad de aquí y desde nuestras experiencias, que no son pocas.
Hace dos años, Otegi fue llevado casi directamente de la mesa de negociación a la cárcel. Usted fue a visitarle mientras se encontraba en prisión, ¿cómo lo encontró entonces?
Como se comprenderá, allí nosotros no podíamos hablar, porque todo era grabado y mandado al despacho de Rubalcaba en media hora. No pudimos hablar de lo que nos hubiera gustado. Humanamente, como persona con la que además tenía un feeling personal, me contó cómo estaba. Como dos amigos.
¿Volverá a visitarle ahora? ¿Qué le diría si pudiera hablar con él en este momento?
Sí, sí, por supuesto. Le visitaría a gusto. Y lo que le diría es que está teniendo el salario del individuo comprometido en una causa difícil, por su patria. Tanto a Arnaldo como a los demás que han sido detenidos los considero patriotas, y buenos patriotas además. A todo el mundo se le puede criticar por una cosa o por otra, pero lo que no se les puede criticar es que son patriotras vascos, y por tanto dignos de todo respeto y, para muchos, de admiración. Se lo han merecido porque han pasado toda una vida luchando por una causa difícil y contra un poder más grande.
¿Que el Estado encarcele a una persona que debe ser su interlocutor para la solución es un obstáculo insalvable para seguir avanzando?
Eso es una estupidez. Matar el diálogo o matar al mensajero siempre ha sido una reacción del débil, del que se cree fuerte pero en realidad es débil porque no tiene una solución cabal, no tiene nada que ofrecer. Aquí hemos llegado al punto de que Madrid ha agudizado cada vez más el rechazo de la autodeterminación. No quiere ni que se hable de ello y, sin embargo, ésa es la palabra mágica que vale para la izquierda abertzale y también para todos los nacionalistas, porque es poder pensar en una solución. Eso es lo que no quieren precisamente y ésa es la raíz de la Ley de Partidos y de toda la política de Rubalcaba.
Estas cosas no se hacen por luchar contra el terrorismo, se han hecho para evitar que en el Parlamento Vasco pueda haber una mayoría que saque adelante temas como la autodeterminación. El control del Parlamento es la clave de la Ley de Partidos: como no podían eliminar esa mayoría clara, lo que han tenido que hacer es cortarlo, estamos en los tiempos de parlamento corto y parlamento largo. Y si el PNV hubiera ido por la misma línea, le hubiesen hecho lo mismo, independientemente de que practicara o no la lucha armada.
(Fusilado del basurero intelectual llamado Gara)
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miércoles, 28 de octubre de 2009
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4 comentarios:
No me esperaba menos!
Saludos
Los vascos antiespañoles son todos iguales, sean peneuvistas o batasunos.
El abuelo anda ya algo jodido de la cabeza, el hombre sigue diciendo que él está sano, que no tiene demencia senil ni nada de eso. En fin, lo mejor es que se confiese ante un cura jesuita o cualquier otra práctica católica que tanto le gusta a él y a otros nazi-onalistas
Si esto no es apología del terrorismo,que venga Dios y lo vea.
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